El diseño gráfico se constituye
en la actualidad como un sector en el que proliferan las microempresas puestas
en marcha por profesionales formados en el área de las nuevas tecnologías. El
diseñador gráfico puede crear su propia empresa en 24 horas con un coste
aproximados de 100 euros (40 para el Registro Mercantil y 60 para el notario),
lo que contribuye a incentivar el autoempleo.
Existe una gran variedad de áreas
de actividad en las que estos profesionales pueden desempeñar su trabajo:
diseño digital, animación, infografía, diseño web, etc. Además del diseño
gráfico, de productos, de interiores o de moda existen otros campos de
actividad relacionados con la comunicación, la publicidad, el marketing y la
arquitectura. Las posibilidades son muchas y muy variadas.
Por su naturaleza se trata de un
sector muy atomizado. Normalmente se constituye por profesionales
independientes y pequeñas empresas formadas por uno o varios emprendedores que
dominan la actividad y controlan todo el proceso.
Este modelo puede ser el punto de
partida ideal para un profesional que ya cuenta con equipo propio y trabaja
desde casa. Existen dos formas de desarrollar la actividad, como autónomo o con
la creación de una Sociedad Limitada. El perfil profesional responde a una
persona capaz de realizar diversas funciones para reducir al máximo los costes,
el emprendedor es jefe y empleado a la vez.